jueves, 26 de noviembre de 2009

YO, NO VOY

Pese al hastío que me produce escribir sobre el Betis de Lopera, me es imposible no hacerlo máxime cuando se trata de una nueva demostración de sentimiento y amor por unos colores. Colores que duelen, que hieren, que sangran. Y sangrando están. Y los béticos, van a luchar a muerte porque salga de una vez de la U.V.I.

Bien lo reflejaba Estadio Deportivo en su portada este lunes. Ya nadie da un duro por nosotros. Aquella famosa alocución de Lopera se ha erigido como la sombra del actual Betis y al modo de los clisés de un fotograbado se ve del derecho poniéndolo del revés. Ni el Betis es nuestro, ni es libre, ni está en Primera, ni ha salido de la U.V.I. Está secuestrado, oprimido, en Segunda y en coma profundo. Si ha seguido con vida, seguramente ha sido porque nunca le ha faltado el aliento. El aliento de una afición incansable, que además ha tenido que convivir con un eterno rival que es la antítesis verdiblanca en todos los sentidos. Con todo lo que ello conlleva en esta maniquea ciudad.

Las manifestaciones de descontento por parte de la afición verdiblanca más insigne -aunque de por sí cualquier bético es voz autorizada- han sido rotundas y cualitativa y cuantitativamente altas. Y ha sido en vano. O no. Porque el tirano resiste. Pero el pueblo ya no es tonto. Aquel hombre que llegó con ínfulas de salvador (cual Hitler en la Alemania nazi) ya ha quedado desenmascarado y desnudo ante sus otrora feligreses. El halo divino se le cayó más tarde que pronto a este Lopera que vive hoy en su pompa, en su particular búnker de la calle Jabugo.

Querer dar la espalda a la realidad es una opción. Y la ha tomado. Pero resulta indignante -aunque a mí ya nada a este respecto me indigna, hemos tocado fondo y visto y oído todo hace tiempo- ver cómo se sigue pidiendo fidelidad y asistencia. ¿Qué autoridad tiene para pedir asistencia al campo alguien que no va desde un ya prehistórico casi Betis-Anderlecht?

Esta afición por amor y por fidelidad hizo el 15-J. Yo fui. Y por amor no iré el próximo 29-N. Por dignidad. Porque este Betis vuelva a oler a lo que olía. Porque se esfume la vanidad y la mentira, porque vuelva la casta humilde y luchadora que siempre fuimos. Porque vuelen las groserías y vuelve el arte de siempre. Las tardes de glorias, de alegrías, de penas y desencantos también. Sí. De "currobetis". Pero no de este Betis miserable en que lo han convertido desde arriba. Por el Betis de la cantera. El que ilusionaba a nuestros pequeños. El que unía a ese padre y a ese hijo de la mano cada domingo con el abuelo comprando pipas y preguntando al nieto cuánto iban a quedar. Por el de los sueños compartidos. No por el de las quejas y las iras.

Por el Betis de los locos. No por este Betis de locos. Por el Betis del respeto a sus mayores, a los que lo han hecho de siempre. No por este Betis que relega a un segundo plano a sus Jaramillos y que hace que hasta el socio número 1 (Núñez Naranjo) decida por primera vez en su larga (y brillante) trayectoria como bético no sacárse el carné. Este Betis de las desilusiones y las desavenencias tiene que morir. Tiene que nacer un nuevo Betis. Con una nueva vigorosidad.

Como en las relaciones, el amor tiene que volver a macerar. Hay que darse un respiro. Aunque el amor este ahí (los béticos siguen queriendo al Betis igual), no podemos seguir en la inacción y en la pasividad. Esto no puede seguir pasándose por alto. Es necesario actuar para que siga siendo actualidad y toda la España futbolística sepa que los béticos no somos tontos. Que el Betis no es Lopera.

El Betis tiene que volver a nacer. Y el Betis es desde 1992 y aún más a día de hoy lo que quiere Lopera. Él hace y deshace. Él es el que tiene que caer para que cambie algo en esta centenaria entidad. Muerto el perro, se acabó la rabia.

Cristóbal Santos Sáenz.

5 comentarios:

  1. Bien reflejado el momento bético, Cristobal. Grande Serra Ferrer cuando dijo "el Betis será lo que quiera Lopera", hasta ahora no le ha faltado la razón

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  2. Lopera vive en su realidad. Es un presidente cateto y desfasado que está constriñendo el avance del Betis aferrándose a su eterna fidelidad al Betis, él, que siempre recuerda que él puso el dinero para que pudiera convertirse en Sociedad Anónima. El Betis es de Lopera, está claro. Y si tras tantos cambios de entrenador y jugadores el problema sigue, es por él y por el resto de la junta directiva. Porque no olvidemos que Lopera moverá los hilos, pero sus colegas le allanan el camino.

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  3. Muy buena reflexión sobre el momento del betis, para mi, como observador imparcial en esta tesitura futbolística, ya que no soy ni del Betis ni del Sevilla, desde mi humilde opinión creo, que el señor Lopera, seguirá cual dinosaurio inmóvil, en su búnker de Jabugo, sentado en su trono y haciendo vil uso de su cetro, moviendo hilos desde la oscuridad. No en vano, es el accionista mayoritario, y como el propio Lopera afirmó, no va a regalar algo que es suyo, no el Betis, que está claro que es propiedad de los aficionados, sino el Betis como S.A.D., por tanto, a no ser que un grupo de béticos portadores de ingentes cantidades de dinero le hagan una oferta que provoque su abdicación como fatídico rey absolutista que tiene inmerso en el ostracismo al equipo verdiblanco, la situación seguirá tal que así, valga el símil de una España gobernada por un malhechor como Franco, y que hasta su muerte, no llegó la claridad a las tinieblas.

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  4. Lopera allana el camino a sus colegas (y no al revés), pues son estos los que están comiendo y carroñeando de su poder. Aunque se vayan estos, siempre habrá otros que, por puro interés, estarán apoyándolo.

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  5. Estamos hartos de estar hartos. Tuvimos la oportunidad de convertirnos en grandes (más de lo que ya lo somos) en Europa, si bien fue por suerte o sólo por una buena temporada que a cualquiera le puede salir. Ahí lo teníamos en la mano, era la hora de hacer una buena y fuerte inversión, pero no únicamente se gastó una cierta cantidad en Rivera (por 3 millones de €) que acabó muerto a mitad de temporada (el centro del campo con la nula ayuda de Assunçao le vino grande). Esa era la ocasión para modernizarse y mantener una buena dinámica. No lo hizo y creía que con fichajes de "20 duros" (al igual que él mismo denominaba a los del Sevilla cuando estos pasaban apuros económicos)iba a conseguir ese salto de calidad que tan cerca se nos había puesto. Ese mismo año la Champions con una plantilla que no estaba compensada casi nos hizo bajar a 2ª, tras ello debería haber apostado por su salida y dejar que gente joven, bética y con ganas tomaran la vez. Pero nada ahí sigue, tres años después estamos en 2ª y sumidos en una travesía por el desierto que sólo abandonaremos cuando él decida irse y dejar al Betis vivir tranquilo. Lopera, muchas gracias por lo del 92, pero por favor, vende ya (que hay gente que llega a la cantidad que pides) y déjanos disfrutar de una de las cosas que más queremos en nuestras vidas.

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