El valor de la amistad: historia real

Viernes 20 de noviembre, 23:35 de la noche. El dia 21 viene de camino, echan callejeros, ese programa de mujeres de esquina y yonkis en un 95 por ciento, y estoy en mi casa. Por motivos de salud he declinado la oferta del señor Galván para salir esta noche, y en cierto modo ha sido una buena decisión, porque de haber salido no hubiera visto esta escena callejeril pero que a su vez encierra una, a mi manera de ver, bonita historia de la amistad y los sentimientos.

Pues bien, andaba ya por el pasillo de mi casa dispuesto a coger el pórtatil y volver a ver una de las grandes obras del maestro Woody Allen ‘’ Annie Hall ( sí, te puede gustar el buen cine, la buena música y la buena literatura y a su vez ser un apasionado del fútbol; lo mismo es un control de Zinedine Zidane que un soneto de Quevedo, si te hace disfrutar es arte) cuando de repente oí ruidos en la calle, algo parecido a golpes en una superficie metálica mezclados con gritos indescifrables. Procedo a curiosear por la ventana de mi habitación y compruebo que mis sospechas son fundadas; me encontraba ante una pelea de borrachos. Uno de ellos, el más joven, era el que golpeaba la valla con fiereza mientras le decía a su homónimo: ‘’ ¿a mi me vas a echar cojones quitándote la chaqueta?, Lucky, ¿a mi?’’ Aprovecho para decir que no llegué a oir los nombres de los susodichos, por lo cual, les llamaré Lucky( al mas viejo) y Luke ( al más joven y pendenciero) para que el relato sea más ameno. ‘’ vamos a ver Luke---- replicaba el mayor y probablemente el que empezó la trifulca---- yo solo te he dicho que yo no me achanto ( amilano) con nadie’’. ‘’Pero para que te quitas la chaqueta----- decía Luke mientras aporreaba la valla y hacía que mas voyeurs como yo se asomaran----- si sabes que conmigo no se pasa nadie, ni de la Corza ( barrio cercano al mio, de predominante raza calé) ni de ningún lado, ni payo ni gitano…. ¿ te enteras o que? Que si me vacilas te mato a ti y mato a Dios ( en este momento de la discusión, pensé en que me encontraba ante el ultrahombre que Nietzsche describió, y también pensé en que el bueno de Friedrich nunca hubiera pensado que ese ultrahombre seria un individuo de metro sesenta y poco, con voz sabinesca y medio calvo; o si quien sabe).

Escuchado esto,procedí a buscar a mi figura paterna o mi viejo, según se mire, para comentarle la inminente pelea a muerte entre Lucky, Luke y, posiblemente Dios que habiéndolo oído todo, bajaría a dar la cara. Mi padre, como cualquier ser humano, atraído por el morbo, se apresuró delante de mí para coger sitio en la ventana, cosa que a buena fe logró. Pero, mala suerte la suya y la mía, cuando llegamos, en vez de ver una recreación de la pelea de Rocky con Tommy Gun( Rocky V), nos encontramos con ambos borrachos, con uno de ellos echándole el brazo al otro por encima del hombro, diciéndole en voz alta y clara: ‘’ venga, ya aclaramos cuentas mañana, vamos a tomarnos una cerveza’’.

Aquí termina la historia que tanto me ha impactado. ¿ Cómo es posible que dos individuos, con un historial delictivo seguro que bastante largo de leer y borrachos, pasan de estar a punto de matarse mutuamente a, en menos de un minuto, abrazarse y dirigirse a tomarse la penúltima? En mi opinión, la respuesta está en el título de esta pequeña historia.

Arturo Hacha.